Es un restaurante que tiene un gran tradicion familiar, en estos momentos es la tercera generación.
En los platos de su carta se impone el sentido común, revestido por la cocina mediterránea de mercado, por innovación y por el producto, que en Cullera hay mucho y muy bueno.
Una de nuestras especialidades son la Fideua. De la mano de Javier, encontramos una bodega muy bien surtida y servida con responsabilidad, tanto de temperatura como de cristalería, y eso sin duda se agradece, al igual que la carta de aguas que se ofrece y está a disposición del público. Del mismo modo que la cata de puros, que también merece ser resaltada.
Podemos destacar con importancia el gran surtido de Ginebras. Hacemos catas de vinos con un minimo de 12 personas.